EL ORO Y EL CIELO FUE PARA PARA EVERTON.
Era un partido trascendental para Curico Unido, y no tan solo por el resultado, que le permitiría a Curico seguir dependiendo de si mismo para clasificar a esta liguilla de esta parte del torneo. El enfrentar a un rival de jerarquía a Luis Marcoleta, y al plantel le daban la oportunidad de medir fuerzas en muchos aspectos de la competencia, que un plantel necesita evaluar y reforzar cada cierto tiempo.
La convicción en la estrategia, en la táctica y también en la técnica, necesitan de una inyección de buenos resultados, para fortalecerlas y seguir depurando toda esta planificación general, y para eso «hay partidos y partidos», este frente a Everton era uno de ellos,para ir alcanzando esa tan ansiada eficacia,palabra muy de moda hoy en el fútbol.
Rinus Michels-el hombre que cambio el fútbol- decía» Los niveles de eficacia están directamente relacionados con la motivación, a la cual definía como condición mental»
Los equipos se construyen desde el equilibrio,e inmediatamente uno se pregunta ¿ Curico es un equipo equilibrado?. Y no me refiero a la conformación del plantel, sino al funcionamiento de equipo. Es en este punto donde Curico Unido carece de regularidad al efectuar o trabajar de mejor manera las 3 fases del juego, la defensiva-ofensiva y la transición (que se divide en 2).
Una de las fortalezas de los equipos del estratega Marcoleta, es el buen orden defensivo,hoy es la segunda defensa menos batida, pero esto es solo una fase del juego. Es en la transición donde el equipo no tiene la velocidad, ni el carácter, ni el atrevimiento futbolístico de transformarse en un equipo con contundencia ofensiva.Los últimos tres partidos de Curico así lo demuestran. «No hacemos daño» dice el técnico Curicano.
Los equipos para ser protagonistas, no solo deben pretender, sino necesariamente deben proponer, pero no solo en el discurso sino también en la acción.
» Yo voy por el oro» es una frase reconocida del técnico Antofagastino, y vaya que lo ha conseguido en mas de una oportunidad. A mitad de torneo es hora de comenzar de no ir tan solo por el oro que permiten los triunfos, sino también por el cielo que solo se alcanza con la gloria de la victoria.
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