«UNA CUESTION DE TEMPERATURA»
¡ Que nos falta finiquito!.¡No tenemos tranquilidad para terminar la jugada!.¡Nos falta jerarquía dicen algunos!.Jugando así los triunfos tienen que llegar, pregonan otros.
Expresiones válidas todas,que lo único que intentan es tratar de buscar una explicación, a ¿ por qué?, el juego como expresión colectiva que desarrolla Curicó Unido, no se ve reflejado en puntos en la tabla de posiciones. De 9 solo ha conseguido 1.
Si bien es cierto se han cometido errores, estos son mas puntuales que colectivos,que no eximen de responsabilidad individual y grupal al plantel de Luis Marcoleta.
El equipo se prodiga, ofrece variantes de juego, se esfuerza, logra generar ocasiones de gol, pero no define ahí donde se marca la diferencia real, en el arco contrario. Curicó no ha podido.
El equipo demuestra trabajo táctico, técnico y físico, por grandes pasajes del encuentro, pero el fútbol como esencia no todo es correr, y moverse sobre una organización de juego, necesaria claro está en este fútbol moderno.Pero este juego también necesita de otros argumentos. El fútbol es esencialmente engaño, sorpresa, improvisación. Generalmente el que mejor engaña, gana. El fútbol es un juego de pícaros.
Curicó Unido ha sido un equipo ordenado, bien organizado en la distribución de las funciones, ejecutadas generalmente bien,pero carente de picardia. ¡Y esto no se trabaja!. Eso brota de manera espontanea desde la esencia del jugador.¡ Talento innato, o barrio le llaman los mas antiguos!.
El talento siempre está presente en un equipo, y Curicó Unido no es la excepción a aquello. A veces solo basta generar las condiciones ideales para que fluya de manera simple, porque como dijo Panzeri, el juego y el futbolista necesitan de tres estados:» Para la mente Hielo.Para el pecho Calor.Para los pies tibieza». Las temperaturas ideales para un mejor desarrollo de lo táctico, lo físico, lo técnico, y la picardia innata de cada jugador. ¡Una cuestión de temperatura!
Gatomontés
Imagen: Gentileza MCU.cl