«EN BUSCA DEL DESEQUILIBRIO»
En mas de una ocasión hemos escuchado decir:»Debemos ser equilibrados a la hora de jugar».Sobre todo en el fútbol donde semana a semana esta frase es recurrente,cuando un equipo busca esa armonía entre defensa y ataque. ¿Pero el fútbol es equilibrado?
Este deporte está en constante movimiento e inclinación. Un equipo por pasajes del encuentro esta en posesión del balón y el otro no, un equipo ataca y el otro se defiende, nunca hay un término medio. Es imposible que lo haya. Esto por el simple hecho de que los dos equipos no pueden tener la pelota al mismo tiempo.Por lo tanto como juego el fútbol jamás podrá ser equilibrado.
Muy distinto es ser un equipo equilibrado, donde el estratega de turno en su plan de juego, busque, desarrolle y trabaje de manera efectiva al menos, las facetas básicas del juego, que son el atacar y defender.En la búsqueda de ese equilibrio, si podemos analizar o desmenuzar el funcionamiento de un equipo.
¿Y nuestro equilibrio? El del hincha, el del socio, el de aquel amante incondicional de una camiseta. ¿Será imperioso buscarlo?.¿Queremos al equipo para que gane o porque gana?.¿Se le puede exigir equilibrio al hincha?.Me parece que no.
El ser hincha esta conectado directamente con la tradición, con esa herencia mas atesorada, invaluable, infinita e inagotable.Esa que nos conecta con la «cuna futbolera», con nuestra infancia irracional,cuando ni siquiera teníamos razón. Por eso el hincha no puede ser equilibrado, es natural que así sea,¡ es mas! es hermoso que se mantenga esa esencia.
Para que un equipo juegue su mejor juego,debe buscar el equilibrio en algunas facetas, pero también en el fútbol se debe ser atrevido, irreverente,pícaro y desequilibrado con esa locura de nunca perder la ilusión de atacar, con diferentes planes o estrategias.
El desequilibrio futbolero, ese que se atreve con personalidad, es emoción ,es vértigo,es mágico, es brillante, es irracional.Una de las razones de que el fútbol sea mágico e interesante, es porque es inestable e impredecible.
En estos tiempos de inmediatez, donde solo el ganar se ha convertido en «el mejor remedio»,donde solo el resultado final es el que importa,nos han arrancado o intentado al menos, esa posibilidad de buscar el gozo del juego.
Se ha tornado poco importante para los «analistas o grandes pensadores del juego», que a veces el resultado pasa por un oportunismo, un detalle, un azar, un golpe de fortuna una fatalidad,solo el ganar importa.No se valora o destaca, el ingenio,los méritos,la disciplina y ese talento maravilloso del que siempre busca el desequilibrio, aquello que no nos hace temerle a la derrota.
El desequilibrio es parte y pertenece a la magia del fútbol, a la locura del hincha. El equilibrio es parte del desarrollo del juego. El equilibrio es parte de la razón, de la inmediatez por ganar…donde algunos quieren que gane su equipo y otros quieren que ganen sus propias ambiciones.
El éxtasis que provoca el desequilibrio, simplemente está en la búsqueda con fortaleza y sensatez de que cuando nuestros ideales sean los que triunfen, quizás podamos encontrar el equilibrio, o el desequilibrio, según cual sea nuestro prisma.
Gatomontés