«ELLOS TAMBIÉN JUGABAN…. Y LO HACÍAN BIEN»

Era un día de 1976 ( foto) en Curicó, cuando las estaciones ( del año) eran bien marcadas, y los inviernos eran fríos y lluviosos. Esa tarde de domingo 15 de agosto el cielo estaba amenazante, pero eso no importaba.La «Bombonera de San Martín» recibía a casi 2500 Curicanos, y a mas de algún hincha de Magallanes. El «manojito de claveles»era el rival .

Curicó Unido, con Leonardo Bedoya en la banca,no exento de problemas administrativos y futbolísticos,pero con ese «amateurismo», amor propio, y el gusto por el juego saltaba a la cancha.

Por alguna razón,no tan solo en los diarios de la época, esas tardes fueron quedando grabadas, principalmente en la memoria y el corazón de muchos.A pesar de que los logros deportivos estaban siempre lejanos, el lazo era estrecho y fuerte. Hinchada y jugadores eran uno solo.

La plasticidad y seguridad de un joven Roberto » Huaso» Ortíz en el arco, arrancaba aplausos, hasta de los rivales.La categoría de Wilson Castillo ( campeón con San Felipe 1971), y del «cabezón» Gregorio Aguilera ( campeón con Colo-Colo 1974), en el fondo, le daban la voz de mando al Curi. El ¡solo… solo…solo!, de Castillo aun suena en los ecos del tiempo.

El equilibrio, la magia y la distinción, siempre tuvieron camiseta.Carlos Cadena uno de los grandes volantes centrales, le daba la templanza al equipo, gran jugador.El «viejo» Miguel Negrete, jugaba con «pantuflas», le pegaba con maestría y sutileza a la pelota.Goles olímpicos y de tiro libre estaban dentro del menú del día domingo.

Siempre pegado a la raya,puntero de aquellos, rápido, fuerte, le daban un metro y no lo pillaban jamas.Ese era Oscar Moreno, puntero derecho, asistidor por excelencia.

En el centro del ataque, el 9, el goleador, el «Che» Héctor Sandoval. Argentino, venía de Ferroviarios,cabeceador de fuste, con un salto que impresionaba, eran parte de aquel Curicó de 1976 y de aquellas «viejas tardes» en el estadio de Carabineros.

No podemos olvidar a Carlos «el chula»Romero, jugador local, de un corazón enorme, fiero,era un espectáculo.»Si no le pegaba en el partido a mi rival, lo iba a buscar el lunes a la casa», decía Romero.

En la misma posición de Romero ( lateral izquierdo), pero de distintas características, aparecía Jaime «negro» Arenas,dueño de una zurda exquisita, distinguida,nacido en Molina.Hasta hoy se abraza con Romero.Mas de 40 años de amistad.

El fútbol, quizás ya no es el mismo de antes. Hoy la preparación es distinta,la táctica evolucionó,las condiciones de trabajo se han profesionalizado y el juego se ha hecho mas dinámico e intenso.

Lo que no cambia, es el talento y el aplauso. Ese talento artesanal, genuino, irreverente de aquellos jugadores de esas viejas tardes de invierno esta vivo,tal como en los de hoy, que siguen puliendo su magia y esfuerzo,esta vez desde sus hogares, mientras estas tardes grises y tristes de pandemia, emprenden la retirada

Los aplausos llenos de brillo, pasión y agradecimiento seguirán existiendo siempre, por y para aquellos, que ayer y hoy, jugaron y juegan bien.

Imagen. De izq a der. Arriba: Oscar Moreno,Roberto Ortíz,Max Sepúlveda,Wilson Castillo,Jaime Arenas,Gregorio Aguilera.Abajo de Izq a Der. Miguel Negrete,César Carrión,Héctor Sandoval,Carlos Cadena,Francisco López.

Nota: El «Huaso Ortíz» entrado el segundo tiempo, le saca un cabezazo abajo a Oscar «el gato» Posenatto, central argentino que defendía a Magallanes.Posenatto no lo podía creer.Solo tuvo que aplaudir al «Huaso». El partido termino 0 a 0.

Gatomontés